La misión del Departamento Interfacultativo de Teología y Filosofía obedece a la misión de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico en relación con su compromiso con la evangelización de la cultura. Esta urgencia se juzga así desde la gran necesidad de una evangelización más cabal e intelectualmente mejor dotada en el relieve a Puerto Rico. A este efecto se aspira a cultivar y promover, mediante el estudio y enseñanza de la doctrina Sagrada y de las ciencias relacionadas con ella y, ante todo, a ahondar cada vez más en el conocimiento de la revelación cristiana. Estudiar a fondo, sistemáticamente, las verdades que en ella se contienen. Reflexionar a la luz de la revelación sobre las cuestiones que plantea la situación actual puertorriqueña, latinoamericana, mundial y presentarlas a los contemporáneos de manera adecuada a nuestra cultura. Se requiere dar, además, una formación superior a los alumnos en las propias disciplinas, según la doctrina católica, preparándolos convenientemente para el ejercicio de su vocación como cristianos. Se desea, finalmente, que la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico preste así una valiosa colaboración, según la propia índole y estrecha colaboración con la jerarquía eclesiástica, a la Iglesia en Puerto Rico y a la Iglesia universal en su labor de evangelización. Siendo el Departamento de Teología y Filosofía el núcleo central que da sentido a la universidad como Pontificia Universidad Católica, nuestros programas de formación son un paso decisivo para alcanzar el objetivo de su propia identidad como Universidad Pontificia.

El Departamento de Teología es el núcleo que da sentido a la Universidad como Pontificia Universidad Católica. Con este fin persigue los siguientes objetivos:

1. Ser el punto de referencia desde donde se entable el diálogo entre el pensamiento teológico y el resto de las disciplinas universitarias.
2. Brindar al estudiantado de la Universidad la oportunidad de una formación básica en torno de la dimensión religiosa del hombre y las respuestas que el cristianismo y la Iglesia Católica dan a esa dimensión.
3. Preparar a los estudiantes para afrontar el reto del apostolado moderno.
4. Preparar profesionales de auténtico prestigio por su doctrina, capacitados para desempeñar sus funciones sociales y atestiguar en el mundo su fe.